«A mí, el gato, todo me va superbién. ¿A ti qué tal? Mientras Adèle está atareada con sus locos experimentos, Fizz, el hámster-oso pardo, y yo tenemos que entretenernos con algo. ¡Y, como vais a ver, nos pasan cosas geniales!». ¿Creéis que la vida de los gatos es envidiable? ¿Que todo son siestas junto al radiador, una camita blanda, una fuente de leche y caricias todo el día? Desengañaos. Cuando vives en la misma casa que una adorable y terrible mocosa, tu vida se puede parecer al juego del gato y el ratón. Solo que aquí el ratón... eres tú. Así que ¡CORRE!