Un denominador común une los magnicidios y los grandes atentados que cambiaron al menos cinco veces la historia de la España contemporánea. Prim, Canalejas, Cánovas, Dato y Carrero Blanco, todos ellos presidentes del Gobierno, fueron asesinados en circunstancias escandalosamente extrañas. Francisco Pérez Abellán, el hombre que reveló la verdad sobre la muerte de Prim, desmonta todas las versiones
oficiales.
¿Quién se benefició de estos grandes crímenes? ¿De dónde sacaron tanto dinero y tanta facilidad de movimientos unos supuestos iluminados solitarios? ¿Por qué se perdieron autopsias, se mojaron atestados, desaparecieron balas? ¿Hay alguna relación entre los magnicidios españoles y los que se llevaron por delante la vida de los presidentes Mckinley y Kennedy?
Las respuestas nos las brindan estas páginas densas, acusadoras, inquietantes.