Hay secretos que no pueden permanecer ocultos. La inspectora Lottie Parker acude a la escena de un crimen en una remota granja irlandesa. Los cristales rotos, las sillas volcadas y el cuerpo destrozado de la mujer que encuentra allí son señales de una ira incontrolable. Cuando Lottie cree que ha identificado al asesino, una perturbadora pista la llevará a pensar con los sucesos del manicomio de Saint Declan.