A Teresa le espera una sorpresa: han puesto una gatera en la puerta de la calle. Pero no le gusta nada: como venganza, invita a sus amigos a pasar por ella. Dentro de la casa, arrasan con todo. Pero aquí no acaba la cosa: Teresa provoca al perro del vecino, que la persigue hasta la gatera, por donde no cabe y acaba destrozándola.