Un estudiante saca un diablo de la vasija en que un mago le había encerrado, y este, agradecido, lleva a su libertador por los aires y va enseñándole uno por uno el interior de las casas, cuyos techos levanta como si se tratara de casas de juguete, y así pueden contemplar a sus habitantes en la mayor intimidad, tal como son, con todos sus vicios y cualidades. El diablo Cojuelo (1641) es la obra más popular de Luis Vélez de Guevara y, según el hispanista norteamericano George Ticknor, se trata de la obra más picante y animada entre todas las sátiras en prosa de la literatura moderna.